Sistema límbico, funcionalidad
El
sistema límbico desempeña un papel en las conductas autorreguladoras que
incluyen emoción, memorias personales, conducta espacial y conducta social. Su
estudio resulta esencial para comprender las afectaciones provocadas por
desórdenes como la epilepsia, la esquizofrenia y la demencia, así como para
desarrollar un tratamiento efectivo para equilibrar su actividad.
Entre
sus estructuras principales se encuentra la amígdala, los núcleos de la base
del lóbulo temporal que participan en la emoción y el hipocampo, estructura que
se ubica en la región medial anterior del lóbulo temporal y participa en la
memoria personal y en la navegación espacial. La corteza cingular una banda de
tres capas de corteza límbica que se ubica inmediatamente por encima del cuerpo
calloso a lo largo de las paredes mediales de los hemisferios cerebrales,
participa en la conducta sexual, entre otras interacciones sociales.
James
Papez (1937; MacLean, 1949) sugirió que la emoción, que en ese momento no tenía
ningún sustrato anatómico, es un producto del lóbulo límbico, que no tenía
ninguna función cierta. Papez propuso que el cerebro emocional consiste en un
circuito en el cual la información fluye de los cuerpos mamilares en el
hipotálamo al núcleo talámico anterior a la corteza cingular al hipocampo hasta
el dorso de los cuerpos mamilares.
Referencias bibliográficas
Kolb,
B. (2017). Neuropsicología Humana. Editorial Médica Panamericana. https://n9.cl/u8zfw